¿De qué se trata?


Llegó "tirame un centro"!!! un blog para el segundo año de Psicopedagogía del CESU Marcos Sastre. La idea del blog es que quienes se encuentren cursando o hayan cursado materias correspondientes al segundo año de la carrera pueden subir info, apuntes, RESÚMENES!!! datos, o cualquier otra cosa que pueda ser de utilidad para quienes cursamos la carrera...
"Tirame un centro" busca dar una mano para que la cursada y el estudio sean un poco más livianos! dale! que esperas? arrancá!!!! TIRANOS UN CENTRO!!!

sábado, 13 de noviembre de 2010

Trabajo de "Observación de bebés", Psicología Evolutiva

Trinidad Mía Rosales

Datos personales sobre el nacimiento:

Fecha de nacimiento: 13 de marzo de 2010.
Día y hora de nacimiento: Sábado a las 14:13 horas.
Lugar: Sanatorio de la Trinidad, San Isidro.
Peso: 3, 150 kilogramos.
Talla: 50 centímetros.
Tiempo de gestación: 39 semanas.
Trabajo de parto: Duró aproximadamente un poco más de 2 horas, entre contracciones, dilatación y nacimiento, el cual fue en la posición de presentación cefálica.


Preparación para el trabajo de observación:

Luego de las indicaciones y las clases recibidas en Psicología Evolutiva, se nos planteó un gran desafío; el de salir en búsqueda de un bebé en su primer trimestre de vida, para observar cómo se relacionaba éste con su mamá. Una tarea ardua y nueva para mí, ya que no soy mamá y en general no he tenido mucho contacto con niños tan pequeñitos. Todo un mundo de sensaciones y experimentaciones en el cual zambullirme.
Primero pensé:” ¿A quién conozco con un bebé recién nacido?, entonces recordé que en la familia había un nuevo integrante desde hacía poco.
Me comuniqué entonces con mi prima hermana, a quien no veo muy seguido, pero con la cual me llevo muy bien, y siendo la abuela de la bebé, me iba a hacer de intermediaria con su hija para poder realizar las observaciones.
Así que llamé conseguí el teléfono y dialogué con la mamá en cuestión. Ella se llama Claudia Zuleta y cuando le conté en que consistía este trabajo, me dio el consentimiento e incluso viviendo bastante trasmano de mi casa, se ofreció a acercarse hasta la zona (la casa de su abuelo, mi tío), para brindarme su ayuda. A pesar de no tener un trato directo, se mostró muy predispuesta con el tema a tocar en el trabajo, que eligieran el vínculo de ella con su hija le pareció más que interesante.








Observaciones

Observación Nº 1

Hablé con Claudia, la mamá, quedando en encontrarnos en la casa de mi tío (su abuelo), el sábado 1 de mayo a las 20:00 horas.
Llegué a la casa de mi tío, de paso aproveché para visitarlos. Se encontraban mi tío José, mi tía Carmen, mi prima Liliana, su hermana Soledad y Trinidad, la bebé. Fue grato encontrarnos, ponernos al día; contándonos como andábamos y que estábamos haciendo últimamente cada uno de nosotros. Tomamos unos mates amargos y nos reímos bastante. Mientras esto transcurría, Claudia, la mamá, se había ido a hacer las compras. Trinidad estaba en brazos de su abuela, balbuceando, pero en un momento la abuela me pidió si podía cargarla, ya que ella estaba preparando la comida para mi tío. Luego de cargarla, tratando de sostenerla como haría una buena mamá, la mecí y trataba de ver que posición le gustaría más. La miraba y observaba, hablándole pausadamente, sonriéndole. Al cabo de un rato, la bebé empezó a impacientarse y comenzó con un pequeño llanto y movimiento. Como se fue incrementando, la abuela volvió a tomarla en brazos, pero tampoco surtía efecto. Pensamos que tenía hambre y se dispusieron a darle la mamadera que dejó su mamá. Esto tampoco funcionaba, ni los mimos ni las palabras, pero lo que Trini quería decir era que quería que la cambien, que se había hecho caca y necesitaba un nuevo pañal. Recién ahí se calmó, luego de que le prodigaran caricias y mimos y la dejaran limpita. El pañal parecía de juguete; en mi vida vi uno tan chiquitito (recién nacido).
En eso llegó su mamá con el marido (Daniel) y sus hermanitos (Martín de 5 y Zoilo de 3 años, respectivamente), quien la tomó en brazos, la saludó y la puso boca abajo y la empezó a mecer. Pareció gustarle porque se quedó muy tranquila, como si estuviera en su casa.
Pasado un rato, la mamá la dejó en el cochecito, porque se sentaron a la mesa a cenar.
Trinidad comenzó a estar inquieta, molesta, entonces la mamá la levantó del cochecito, la tomó con mucho cuidado para sostener la cabecita y la colocó en el pecho para comenzar a alimentarla (reflejo de succión). Allí observé que la bebé se acomodó, girando la cabecita (reflejo tónico cervical- giro de 90º) Se quedó satisfecha, relajada, esbozando una sonrisita (refleja).
De cuando en cuando jugueteaba con la teta (juego motor- reacción circular primaria), utilizándola como si fuera un chupete, aunque ella no use chupete en su vida de vigilia.
Noté durante mi estadía (dos horas), que la beba se sentía incómoda ante el estímulo de luces fuertes (reflejo de defensa óculo-palpebral), manteniendo los ojitos entrecerrados.
También, en diferentes momentos, podía visualizar y mantener su atención por varios segundos, a quién le conversaba, luego su mirada se perdía.
También pude ver que se reiteraba en el tono muscular, la posición de hipotonía (estiramiento de los miembros).
El papá se mantenía distante y a los hermanitos no se les permitía mucho manoseo.

Observación Nº 2:

Hablé con Claudia por teléfono y quedamos en encontrarnos nuevamente en la casa de mi tío. Esto fue el día sábado 8 de mayo a las 19 horas.
Estaban mis tíos, mi primo Adrián, mi primo Toti y la familia de Claudia.
Conversamos sobre un tema delicado de un familiar que se encontraba hospitalizado, sin tener un diagnóstico preciso de sus afecciones. Se disponían a hacerle todo tipo de análisis y prácticas para detectar cuál era el problema, ya que los médicos se encontraban muy sorprendidos con los disímiles síntomas que presentaba Oscar. Oscar es el marido de una de mis primas, la hermana de Liliana que es la abuela de la beba.
Comimos todos juntos, también tratamos de ponerle un poco de onda a la situación difícil y para que los tíos, que ya son gente mayor y con muchos problemas de salud, no se sintieran tan oprimidos (Toti y Liliana son muy divertidos).
Dentro de la situación antes expuesta, tuve la posibilidad de ver la díada madre-bebé,esta vez, desde el primer momento en que llegué.
En esta ocasión me sentí mucho más cómoda con la situación, con el entorno familiar e inclusive algo que me sorprendió muchísimo fue, la recepción por parte de Martín y Zoilo (los hermanitos), los cuales tenían globos y desde que llegué y los saludé, empezaron a jugar conmigo. Decidieron pegarme con los globos y yo hacía lo mismo con ellos, se armó entonces una “guerra de globos”, en la cual nos reíamos, hacíamos cosquillas y nos perseguíamos. Zoilo se acercó a su hermanita y le acarició la mejilla. Ella como respuesta esbozó una sonrisa (refleja) y rotó la cabeza (reflejo de búsqueda).
Noté a la mamá mucho más receptiva y alegre cuando comencé a preguntarle sobre Trinidad, que me contase como había sido la espera y la llegada de ella, el día del parto, cuánto tardó en nacer, lo que pesó, midió y lo deseada que fue, siendo que al fin llegaba “la nena”. Me contó que duerme toda la noche desde antes del mes, que es muy tranquila, que primero le gustaba dormir de costado y luego cambió su postura por la de boca abajo.
Le pregunté por qué tiene zonas de la cabecita con menos pelo y me contestó que eso se debe a que son zonas de apoyo de ella.
Durante la charla observé la hermosa relación que se establece entre la madre y su bebé, se comunican de una forma muy especial en las miradas que establecen, por momentos reflejas y por momentos sostenidas ( primer organizador social), en el diálogo con palabras que la mamá le dice, con mucho
amor, el tono que utiliza y las sonrisas inmensas que le dedica. Debo admitir que son expresiones que movilizan al que lo ve.
Tienen un vínculo muy estrecho. Claudia estimula continuamente a su hija con caricias, le sopla y le hace ruiditos en la pancita, le acaricia la cabecita y las mejillas, con mucha ternura.
En dos oportunidades la levantó y la sostenía derecha (lo más que la beba podía) y Trinidad comenzó a realizar movimientos con las piernitas, primero su tono muscular realizó una hipoflexión y luego se recogió en un movimiento de hiperflexión, necesitó el sostenimiento de su cabecita, la línea del tronco no se mantenía recta, sino que tendía a irse hacia delante y a encorvar los codos;le cuesta el intentar el apoyo contra las piernas de su mamá (maniobra del escalón) en su reflejo de marcha.

Lo más sorprendente fue que en un momento ella me sostuvo la mirada y me sonrió (sonrisa social).
Más tarde Trini realizó ciertos movimientos de búsqueda, flexionando sus bracitos y su mamá supo que quería alimentarse, así que le dio de mamar. Ella comenzó a tomar la teta ( reflejo de succión) hasta que se quedó dormida en la misma.
Me despedí de todos hasta la próxima semana.




Observación Nº 3:

Hablé con Claudia para encontrarnos para una nueva observación, esta vez en su casa. Fui para allá el sábado 15 de mayo a las 17 horas.
Recuerdo que llevé unas facturas para compartir junto al mate. Estaban junto a ella, sus dos hijitos. Ese mismo día al mediodía se me ocurrió comprarle un osito a Trini. Elegí uno de polar rosado con un osito bordado al frente, intentando adivinar con el talle (tengo muy mal ojo con esas cosas; nunca la pego). Pensé también y para que los hermanitos no se pongan celosos con el protagonismo de Trini, llevarles una golosina bien suculenta…¿qué mejor que una chupaleta?.
Al llegar entonces, repartí los obsequios que fueron muy bien recibidos (sobre todo las chupaletas). Trinidad se encontraba en la cuna durmiendo muy cómodamente, parecía como que se quería llevar el dedo a la boca y el otro bracito lo tenía estirado (reflejo tónico cervical asimétrico). Claudia la miraba con una sonrisa y no quería hacer ningún ruido para no despertarla, todavía le faltaba un rato para darle de amamantar. Observamos que mientras dormía tenía movimientos reflejos, algún que otro sobresalto, como cuando uno sueña.
Pasó aproximadamente una hora y comenzó a emitir unos sollozos, entonces su mamá la tomó en brazos, la saludó frotando su nariz contra la de ella y la alzó. Luego se sentó en una silla que estaba junto a la cuna, se acomodó y la llevó junto a su pecho. Al sentir los latidos del corazón y la voz de su mamá,
Trini se tranquilizó y comenzó a buscar el pecho girando su cabecita y tocando la zona con sus manitos. Claudia comenzó a darle de mamar y ella succionó un
buen rato. Luego cambió de pecho y la beba succionó un rato más (reflejo de succión).
Cuando concluyó, comenzaron las maniobras de provechito, para la cual se demoró un buen rato, mientras ella le palmeaba la espaldita.
Hubo gestualidad refleja mientras que la mamá la acariciaba en las comisuras, girando la cabecita en la dirección que se le prodigaban los mimos(reflejo de los cuatro puntos cardinales).
Luego de succionar se la vio muy relajada pero atenta a la mirada de su mamá; parecía que quería responder a las palabras amorosas de su mamá.
Se observó también el reflejo palmar cuando la mamá le ofrece su dedo y ella lo envuelve con su manita cerrada.
Antes de irme me dieron muchas ganas de cargarla, aunque me da un poquito de temor el no hacerlo bien, mientras Claudia se reía y me decía que fuera



practicando. La mecí y le conversé un ratito. Me despedí de todos con una sensación de alegría.




Observación Nº 4:

Me comuniqué nuevamente con Claudia para realizar la última observación. La misma se realizó el domingo 23 de mayo, a las 15:30 horas.
Llegué al hogar donde todos me esperaban. Hoy también se encontraba el papá de Trinidad.
Observé que él estaba más disponible, más cerca de su hija. La cargaba con sumo cuidado y le sonreía. Como aún no habían almorzado Claudia le pidió que la ayudara a poner la mesa y que les lavara las manos a los nenes. Daniel, entonces, acostó a Trinidad en la cuna porque ella se hallaba dormida. Tomo una posición acurrucada, como un bollito (hiperflexión).
Comenzaron a almorzar (yo piqué algo porque no quería ser descortés), pero enseguida se escucharon los gritos de Trini desde la habitación. Evidentemente, habrá hecho el intento de incorporarse, ya que en estos últimos días ha tomado fuerza en el cuello y puede por momentos sostener su cabecita erguida, y supongo que en ese intento, se fue hacia atrás, porque al verla agitaba sus bracitos con mucha angustia y susto (reflejo de moro).
Claudia tardó un rato en calmarla, abrazándola y hablándole para que se tranquilizara. Pareció ceder pero algo le seguía molestando. Entonces su mamá identificó que ella necesitaba ser cambiada. Realizó entonces la bella ceremonia del mimo con el óleo, el talco, la toallita húmeda y las sonrisas alegres. La llevó al cochecito y le alcanzó un muñequito para que se distraiga mientras ella podía terminar su comida.
Conversamos un rato sobre el trabajo y el jardín de los nenes. El viernes actuaron en el desfile del Bicentenario que hicieron en su escuela.
Trinidad se mantuvo muy tranquila observando todo lo que se movía a su alrededor (los hermanitos que volvieron a sus juegos). Noté que ya posee un mayor dominio en la rotación de su cabeza.
Me acerqué y le comencé a hacer gestos y ella intentaba imitarme. Luego le acaricié las plantas de los pies y ella las retiró inmediatamente (reflejo plantar).
La mamá se acercó a tomarla en brazos, la alzó y pude visualizar que al levantarla por debajo de los brazos ella se ponía rígida (hipotónica) y al querer apoyar sus piecitos en la mesa, ella respondía como pedaleando (reflejo del escalador).
Luego la acurrucó y Trini comenzó a buscar el contacto con el pecho (reflejo de búsqueda). Claudia se lo ofreció y Trini succionó un rato y luego entre dormida jugueteaba con el pezón; si se lo sacaba ella lo buscaba (chupeteo).
Antes de irme le dieron un baño en el cual participé. Es toda una hazaña bañar a un bebé. Lograr que tome la posición de semi sentado, aunque sea ayudado por esas apoyos extras que van dentro de la pequeña bañera, es más que complicado, permanecer seca, menos que menos, ya que los bebés agitan mucho sus brazos y cuesta también lavarles la cabecita por miedo a que le

entre jabón en los ojitos y agua en los oídos. Una labor compleja pero a la vez de disfrute, porque el bebé se encuentra erotizado con el manoseo, la voz de la mamá, el patito que hace ruido, el agua calentita, el perfume del jabón, las caricias de esas manos conocidas y luego la de la toalla suavecita.
Al cambiarla, Claudia le probó el osito de polar, pero Trini creció últimamente así que le quedaba muy justito ( casi casi le pego al talle). Le dije que si quería me ofrecía a cambiárselo por un talle más grande.
Me despedí afectuosamente de la familia y en especial de Trinidad.




El trabajo desde la teoría

Para realizar este trabajo de observación sobre la díada madre-hijo y que fuera provechoso, en primer lugar me dediqué a leer los diferentes materiales expuestos en la cátedra de la materia. Profundizando en los autores y los textos a analizar, pude ir perfeccionando y agudizando mi ojo a lo largo de las observaciones.
Me centré en “Escritos de la infancia”:Los reflejos arcaicos y su función en el desarrollo cognitivo (Coriat – Jerusalinsky) – Bases neuropsicológicas de la Estimulación Temprana (Foster – Jerusalinsky).
“El lactante del primer trimestre”
“Ontogénesis del movimiento y estructuración del esquema corporal” (el recién nacido hasta los tres meses).
“Un método de observación de la madre – bebé” (Oiberman)
“La familia y el desarrollo del individuo” (Winnicott).
“Función materna y femineidad”.
También utilicé los apuntes tomados en clase, los cuales fueron de gran provecho y nitidez, durante la cursada.




Apreciación personal:

La verdad es que en un primer momento, cuando se planteó conseguir un bebé y tan chiquito, fue bastante sorpresivo. No se me ocurría un”tipo” tan chico (me mata escuchar esa palabra).
Entonces, después de pensar, llegué a una respuesta que es la que utilicé.
En el transcurso de las observaciones me di cuenta de la importancia que tiene el enlazar la teoría con la práctica, porque de ninguna manera se puede vivenciar a través de un simple parcial escrito en clase, de meras preguntas y respuestas, los actos de un ser recién nacido, sus comportamientos, sus conductas reflejas y las que va mecanizando en el proceso de cognición y



descubrimiento diarios; como tampoco el establecimiento de lo afectivo y significativo de lo familiar y social, el ámbito que lo rodea.
Este trabajo es muy rico, profundiza lo que se podría llegar a pensar o estimar, entendiendo que para nuestro rol psicopedagógico es fundamental, ya que en el futuro deberemos tener en cuenta cómo fue gestado ese niño, cuáles fueron las circunstancias en que llegó al mundo, si fue deseado, esperado, si se le prodigaron todas las necesidades básicas de alimento, un ambiente confortable, los cuidados necesarios, el afecto desde la palabra y las caricias y una familia que lo acoja y lo haga sentir cómodo y feliz.
Como bien recuerdo de las clases y en más de una materia, se ha hecho referencia de la importancia de las primeras entrevistas de admisión con los padres, de recaudar los datos y experiencias de ese primer momento, desde el desear tener un hijo, desde el embarazo, el tiempo de gestación, el día del nacimiento, cada detalle ínfimo como cada detalle importante, cada día de ese nuevo hijo, que debe ser filiado en una cadena de significaciones.
De acuerdo a como se fueron armando los aspectos constitucionales e instrumentales, que son las herramientas que utilizan los niños para actuar en el mundo, se van a ir constituyendo como personas y como se van dando desde un principio, son muy importantes como se van construyendo.
De acuerdo a como están armados estos esquemas, veremos donde hay un déficit o quiebre, para poder entender, comprender a este niño con dificultades, tanto en el plano emocional, como vínculos, por ejemplo, o en el plano orgánico.
Mediante estas observaciones pude entender la importancia capital de una madre suficientemente buena. Ver que está para cumplir su rol activamente, que le prodiga su amor con palabras, caricias, que interpreta las necesidades de su beba, que sabe como sostenerla (integrándola en el mundo primero desde lo corporal), desde que no la asfixia, que realiza sus actividades, provocando las presencias ausencias, que serán los antecedentes del juego simbólico, donde luego se podrá evocar, donde habrá representación mental y lenguaje, se podrá poner en palabras algo que no está.
Esta mamá cuenta con mucha experiencia, más allá de ser jovencita. Es su tercer hijo, entonces eso se notaba mucho; como así su buena predisposición, dedicación y tranquilidad para atender a los tres niños.
Lograba interpretar en el lenguaje corporal y en los sonidos emitidos por la beba, qué era lo que necesitaba para así poder satisfacerla.
Fue muy grato para mí, haber compartido estos momentos con la familia, no sólo de la beba, sino más allá de su hogar. Las experiencias nuevas siempre aportan conocimientos y el ver y sentir, son poderosos. Es bueno salir de las edades en las que uno ya se acostumbró, como ser yo que soy docente, se como se manejan los chicos de 7 a 12 años, pero ya más chicos, a no ser por mi sobrina de 2 años y medio, la verdad que mucha idea no tenía.
Espero volver a vivenciar este tipo de experiencia, pronto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario